“Yo soy Cocco Kilele, hija de Yiris, parida por Rossana y Paulina, nieta de Rosa Cruz y descendiente de Rosa María; y yo soy porque todas ellas lo fueron”. De esta forma se presenta Cocco Kilele, una joven escritora, artista, afro feminista y líder. Vive en Calle Quibdó, una comunidad habitada en su mayoría por personas afrodescendientes y minorías indígenas. Es una comunidad ribereña, donde una parte importante de los habitantes hace parte de la familia de Cocco.
Afirma que Calle Quibdó nació hace mucho tiempo. Su familia, los Mena Pérez, llegaron a esta comunidad hace treinta años. Su abuelo, quien ahora tiene 62 años, habitó Calle Quibdó desde que era niño, y regresó hace treinta años con su esposa, la abuela de Cocco, para establecer su hogar. De esta forma, Cocco expresa que “Desde allí nace mi experiencia con Calle Quibdó, porque, aunque hace treinta años yo no existía, pues el hecho de estar ligada a la ancestría de mi familia me conecta directamente”. Por lo tanto, parte de su ser y de lo que ella ha enfrentado viene de pertenecer a este lugar. Se fue a vivir a Medellín hace ocho años para escapar de Calle Quibdó, pero regresó al Chocó hace cuatro años porque necesitaba de esta comunidad.
Calle Quibdó es la comunidad rural más cercana a la urbanidad, pero es, paradójicamente, la más marginada y excluida por la administración de Quibdó. A pesar de esta cercanía, se menciona muy poco, lo que refleja los vicios coloniales arraigados en el municipio de Quibdó, en el departamento de Chocó y en toda Colombia. Esto contribuye a la centralización que excluye a las comunidades rurales. Los riesgos que enfrenta son los riesgos que Cocco enfrenta como persona, porque “Calle Quibdó es mi territoria y mi cuerpa también”. Entre estos riesgos se encuentra el neocolonialismo; volver a ser colonizada hoy en día. A partir de esto, se crean muchas violencias estructurales de gran afectación, de las cuales surgen unos sistemas de actuación como la sumisión o el silencio obligado, los cuales representan un reto para afrontar. Por esto nace Semillas Negras, para prevenir las violencias de las que sufre Calle Quibdó.
Cocco expresa que Mae Kiwe Intercultural contribuye a su proyecto de vida y a su historia. Es un espacio de fortaleza, que enfrenta grandes desafíos al ser un proyecto enorme, creado sobre bases sólidas y con el propósito de lograr transformaciones importantes exigidas por las comunidades afro e indígenas. Por esto, afirma que tener la oportunidad de crear y comenzar a implementar este proyecto es un reto considerable, pero “Mae Kiwe Intercultural me aporta fortaleza desde las dificultades que tiene y permite que pueda explotar todas mis capacidades para poder sostenerlo y lidiarlo”.
Sus expectativas del proyecto incluyen romper las estructuras sistémicas de poder presentes en estos espacios. Reconoce que, aunque estos esfuerzos comienzan con buenas intenciones, a menudo están arraigados en estructuras y cuestiones difíciles de abordar, pero necesarias. Recientemente, aprendió sobre la "acción con daño", lo que le permitió darse cuenta que existen formas de violencia que no había considerado antes. Por esto, Cocco quiere desafiar estas estructuras de poder violentas y coloniales, y aspira a aprender desde Mae Kiwe Intercultural a evitar la reproducción de estas estructuras.
Para Cocco, la paz y la participación juvenil son temas fundamentales en el proyecto. Personas como Karina Rivas, quien ha sido un apoyo fundamental para ella desde el inicio del proyecto, son ejemplos de paz. A pesar de los conflictos internos que enfrenta la comunidad, embarcarse en creaciones como esta es un acto de paz. Esto permite comprender y respetar al otro, alineándose con el concepto de "Ubuntu", que significa "soy porque somos". Para ella, la paz es un concepto colectivo y, por lo tanto, las decisiones también deben ser discutidas con el colectivo.
Con el apoyo de Madelyn Saavedra, oficial de protección y género de War Child en Chocó
Fotos por Michael Jessurun
Sobre el proyecto
El proyecto "Mae Kiwe Intercultural: construyendo puentes y fomentando el aprendizaje interseccional para impulsar la participación política y de consolidación de la paz segura y significativa de las mujeres y hombres jóvenes afrodescendientes e indígenas en Colombia" es financiado por el Fondo para la Consolidación de la Paz del Secretario General de las Naciones Unidas (PBF por sus siglas en inglés) y su objetivo es forjar y fortalecer un entorno social y político protector en el que los jóvenes de las comunidades afrodescendientes e indígenas, especialmente las mujeres jóvenes, participen e influyan en los procesos de paz y toma de decisiones junto con y en cooperación con las instituciones gubernamentales locales y regionales, y estén protegidos contra los graves riesgos y violaciones asociados con la participación cívica y la incidencia.
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