Versión original publicada en inglés en el blog del UN Peacebuilding

En las tranquilas colinas del Huila, el aroma del café señala algo más que el comienzo de un nuevo día. Allí, los cafetales se están convirtiendo en símbolos de paz, resistencia y reconciliación en una región marcada por décadas de conflicto.
En el centro de esta transformación se encuentra FEMNCAFÉ, una federación de productores de café liderada por firmantes de paz (excombatientes) que hacen parte de Acuerdo de Paz de 2016. Para estos hombres y mujeres, que en la actualidad viven en zonas elegidas por ellos para la paz su reincorporación a la vida civil, el café no es solo un medio de vida; es una vía de sanación y reconstrucción como parte de su proceso de reintegración.
«No sólo cultivamos café», dice Juan Camilo Lara, coordinador de la estrategia de sostenibilidad medioambiental de FEMNCAFÉ. «Estamos cultivando paz».

Naturaleza para la Paz: Una iniciativa verde con grandes ambiciones
FEMNCAFÉ es un socio clave del proyecto Naturaleza para la Paz, una iniciativa de 3 millones de dólares financiada por el Fondo Multidonante de las Naciones Unidas para la Paz, con recursos que provienen del Fondo para la Consolidación de la Paz de las Naciones Unidas (Peacebuilding Fund) en Nueva York. El proyecto en ejecución desde el 2022, tiene como objetivo la prevención de nuevos conflictos socioambientales en las zonas más afectadas por el conflicto en Colombia mediante la promoción de prácticas sostenibles y negocios verdes. Con un apoyo adicional de 2,9 millones de dólares de socios como el PNUD, el Facility Global para el Medioambiente (GEF) y la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, este componente del proyecto opera en Huila, Tolima, Meta, Norte de Santander, entre otras regiones ricas en biodiversidad.
El proyecto Naturaleza para la Paz es bastante novedoso, al tratarse de unos de los primeros a financiarse y ponerse en marcha por las Naciones Unidas, a través del Peacebuilding Fund, para abordar la consolidación de la paz y la conservación de la naturaleza mediante instrumentos de financiación innovadores.

Aquí en Colombia, donde las zonas de conflicto se traslapan a menudo con áreas de extraordinaria biodiversidad, hay mucho en juego. Estas regiones albergan comunidades étnicas cuya subsistencia está intrínsecamente ligada a la naturaleza. Construir la paz en estas zonas significa promover alternativas económicas lícitas que eviten nuevos ciclos de violencia, respetando al mismo tiempo el medio ambiente y el patrimonio cultural de estas comunidades.
Para FEMNCAFÉ, el hacer parte del proyecto Naturaleza para la Paz le ha proporcionado las herramientas para crear un nuevo modelo alrededor de la producción del café, basado en la protección del medio ambiente, la justicia social y la inclusión económica.
La federación cuenta en la actualidad con 28 asociaciones de productores de café vinculadas, que representan a más de 1.228 productores, 32 de los cuales son antiguos combatientes de las FARC-EP. Productores que juntos y con el respaldo de la federación, han adoptado prácticas agrícolas sostenibles que restauran los ecosistemas y fortalecen los lazos comunitarios.

Restaurar ecosistemas, reconstruir vidas
La estrategia de sostenibilidad ambiental de FEMNCAFÉ se encuentra basada en tres pilares:
Conectividad medioambiental: Mediante la plantación de cercas vivas, sistemas agroforestales y minicorredores, los agricultores están restaurando 322 hectáreas de tierras degradadas y mejorando 2.309 hectáreas de producción de café.
Viveros de especies autóctonas: Tres viveros en Planadas, Chaparral y Algeciras producen ahora flora autóctona para reavivar los bosques de Colombia, sentando las bases para la recuperación del ecosistema a largo plazo.
Educación medioambiental: Los talleres y la asistencia técnica capacitan a las familias agricultoras para adoptar prácticas sostenibles, combinando los conocimientos ecológicos tradicionales con la agroecología moderna.
El impacto es profundo. El proyecto, con sus 2 componentes, ha beneficiado a más 7.100 personas, incluidas 24 unidades de producción de café que han adoptado soluciones climáticas basadas en la naturaleza para mejorar la resiliencia y la productividad.
«Esto es más que cultivar café», dice Lara. «Se trata de entender nuestra tierra, nuestras cuencas hidrográficas y nuestras comunidades, y tomar decisiones juntos para protegerlas».

Democratizar el café
FEMNCAFÉ también está redefiniendo la industria del café democratizando los conocimientos técnicos y las oportunidades. A través de 20 actividades grupales, que incluyeron talleres, visitas educativas y 800 visitas a explotaciones cafeteras, donde los productores han aprendido a gestionar sus fincas de forma sostenible y a planificar colectivamente el futuro.
Durante el 2024, y como un hito en su historia, la asamblea de la federación aprobó su estrategia de sostenibilidad medioambiental, reforzando su compromiso con las soluciones basadas en la naturaleza. En paralelo, sus miembros también lanzaron su propio programa de género al que llamaron «Mujeres Diversas», destinado a promover la equidad y empoderar a las mujeres en todos los niveles de la federación.
«Más de la mitad de las familias cafeteras de Colombia viven por debajo del umbral de la pobreza», señala Lara. «Estamos cambiando eso haciendo que la producción de café sea inclusiva y sostenible para el medio ambiente y para la gente».

Reconocimiento en la escena mundial
En julio de 2024, FEMNCAFÉ fue galardonada con el prestigioso Premio Ecuatorial, una distinción que celebra las soluciones innovadoras, lideradas por las comunidades, para enfrentar retos frente a la pobreza y el medio ambiente. La federación fue reconocida por sus esfuerzos para crear una agricultura resiliente al clima, reducir la desigualdad entre los productores de café y promover la reconciliación entre las comunidades y sus territorios.
El premio destaca el éxito de la federación a la hora de abordar la reintegración de los firmantes de la paz y su labor de colaboración con las comunidades locales.

Un camino hacia adelante
Para muchos, el viaje con FEMNCAFÉ es profundamente personal. Lara cuenta la historia de una trabajadora de un vivero que descubrió su pasión por la conservación del medio ambiente gracias al proyecto. Ahora estudia ingeniería medioambiental. «No se trata sólo del progreso colectivo, sino de los sueños individuales», afirma Lara.
FEMNCAFÉ también está trabajando para crear granjas de demostración que sirvan de escuela de prácticas agroecológicas, permitiendo así ampliar su modelo de producción sostenible de café.
«La consolidación de la paz se produce cuando reconectamos a las comunidades con su tierra», explica Lara. «A través de FEMNCAFÉ, estamos demostrando que la reconciliación y la sostenibilidad pueden ir de la mano».

Esperanza en cada taza de café
Mientras que el proyecto Naturaleza para la Paz avanza hacia su fecha de cierre a comienzos del 2025, su impacto ya se hace sentir en toda Colombia. Desde las verdes colinas del Huila hasta los vibrantes bosques del Putumayo, FEMNCAFÉ está mostrando al mundo el significado de construir y consolidar la paz luego del conflicto, no solo con palabras, sino con acciones, que llevan esperanza a comunidades que, por mucho tiempo fueron definidas e impactadas en el marco de la violencia.
En el aroma de cada taza de café producida por FEMNCAFÉ hay una historia de resiliencia, reconciliación y un futuro en el que la paz es posible.
Comments