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Conmemoración y verdad

Promover la memoria de las víctimas de violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos y reconocer la importancia del derecho a la verdad y la justicia, además de rendir tributo a quienes han dedicado su vida a la lucha por promover y proteger los derechos humanos de todos y a quienes la han perdido en su empeño, son algunas de las razones por las que cada 24 de marzo se conmemora el Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con violaciones graves de los Derechos Humanos y de la dignidad de las Víctimas.


Una fecha que recuerda el sacrificio de Monseñor Romero, asesinado en 1980 y a quien se le rinde honores porque dedicó su vida a denunciar los abusos y violaciones de los Derechos Humanos de las personas en El Salvador. De él, son muchas las organizaciones, líderes y lideresas que se han inspirado y comprometido su integridad para continuar esta tarea en el mundo, donde día a día se reconocen más casos de violación de los DDHH y otras infracciones graves del derecho internacional humanitario.


En el Cauca, la Asociación de Mujeres Afrodescendientes del Norte del Cauca – ASOM, es una de las organizaciones que más se ha comprometido con este trabajo y se ha propuesto contribuir a que todos estos esfuerzos por develar los hechos que afectaron a sus territorios por causa del conflicto armado, sean esclarecidos. Conocer la verdad es indispensable para sanar los corazones de quienes han padecido las violencias de todo tipo y es por ello que ASOM, ha venido consagrando gran parte de su labor a diseñar estrategias de trabajo y acompañamiento a sus comunidades para devolver la tranquilidad a los espíritus que fueron dañados por la guerra y que necesitan recuperarse para continuar con su vida.



Con aliados como la Jurisdicción Especial para la Paz – JEP, la organización ha venido fortaleciendo diversos procesos e iniciativas, que le ha permitido divulgar el informe final de la Comisión de la Verdad, desde propuestas que rescatan múltiples expresiones culturales de sus comunidades y rehacer muchos relatos que contribuyen a develar que fue lo que pasó con su gente, con su derecho a ser y a vivir en dignidad.


Sea este día, una oportunidad para hacer reconocimiento a todos y todas las luchadoras que en nombre de la Paz, siguen buscando la verdad y defendiendo la vida de todos y todas aquellas que entregan sus esfuerzos para que ella sea conocida, divulgada y asimilada desde el perdón.

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